Egoísmo

En realidad existe algo como el bien o el mal? Hay algo verdaderamente que nos haga ser buenos o malos?

A lo largo de la historia y en diferentes culturas, se ha caratulado a esta diferenciación de forma tan variada como conveniente. Lo bueno, entonces, podría ser definido como lo histórica y socialmente conveniente, rigiendo como verdadero bien al que sale de la tribu dominante.

Entonces, que pasa con las buenas intenciones? Cuando somos buenos, solo estamos siendo correctos? Si es así, porque se alaba a la bondad si solamente se trata de hacer lo que debemos hacer? Esta conducta vuelve al humano adulador y especulador entonces?

Toda intención, sea buena o mala, nace del egoísmo. Hay diferentes tipos de egoísmo, por lo que hay variedades de bondades o maldades.

Si aceptamos esto como verdad, deberíamos dejar de lado algo tan superficial como la caratulacion entre bien y mal, puesto que no seria más que una forma incorrecta de calificar el ego de las personas.

Como dije con anterioridad, toda intención nace del egoísmo; por lo que podemos decir que toda acción se debe a él también. Así vemos como un hombre caritativo no es mas que un ser que tiene la necesidad nacida de algún deseo egoísta de hacer algo por los demás; ya sea por el placer de sentirse complacido con la gratitud, por la culpa que le mueve por alguna acción realizada en su pasado, o simplemente por sentirse superior que al ayudado.

Podríamos entonces poner en la misma bolsa al caritativo y al estafador?

Así como hay diferentes tipos de bien y mal en la clasificación “popular”, se debería hablar también de diferentes tipos y niveles de egoísmo. Hay variaciones entre los humanos que se dedican a salvar enfermos curándolos con ciencia y quienes esperan hacerlo mediante rezos, son diferentes tipos de egoísmo, ya que esperan una recompensa diferente por sus actos.

Visto esto se podría responder a la pregunta sobre si somos aduladores y especuladores:

El hombre responde positivamente a las buenas intenciones por dos motivos; uno puede ser gratitud para quien llevo a cabo la acción, mientras que la otra seria que alabamos las buenas acciones puesto que también queremos que nuestros actos sean adulados. Por ende también somos especuladores, puesto que actuamos correctamente solo porque sabemos que hay una recompensa por nuestro comportamiento.

El humano no tiene la capacidad de ser altruista, puesto que su ego es el que rige a su persona, y desde el mismo momento que una acción realizada nos cause placer o dolor, el altruismo es totalmente imposible, nadie actuaría de una forma que le perjudique si no fuese por alguna razón egoísta escondida.

El egoísmo rige no solamente nuestras acciones sino también al mundo entero.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo evitar pensar en mi mamá refiriéndose al noveno novio de mi precoz hermana:

"es bueno el chico ese"

Si, claro.

Besos H.

Me encantó tu escrito.

Mucho.

el winco verbal dijo...

Es la condición humana la que se impone a la racionalidad. ?

Anónimo dijo...

o el huevo que se rompe cuando se cae del arbol donde jamas podria subirse una gallina sin tener vertigo avicola? siguiendo a winco mama...
na... la condicion humana existe en tanto racionalidad... ergo no metrica... la racionalidad existe en tanto condicion humana y asi... buena pipa, Magritte....